‘Obreros’ para generar obras de amor y sonrisas en el Hospital Gregorio Marañón

“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”.

Este pasaje del evangelio de Mateo (Mt. 25) es el que inspira a un grupo de veinte personas voluntarias que actualmente acompaña a personas enfermas del Hospital Gregorio Marañón, y particularmente a los que estando en prisión se encuentran allí por alguna enfermedad o accidente.

Se trata este de un proyecto de voluntariado, de los más veterano de Cáritas Vicaría III, cuyo objetivo es el acompañamiento a personas ingresadas en el Gregorio Marañón, a cargo desde hace muchos años de Maribel Crespo, entregada con cariño y dedicación.

Pese a la pandemia el proyecto se mantiene porque hay personas dispuestas darse a las demás, aunque bien es cierto que ha disminuido el número de voluntarios y voluntarias que participan más de la mitad.

El deseo de seguir estando junto a las personas y familias más vulnerables es lo que ha animado a la Vicaría a dar un ‘empujón’ a la iniciativa, para volver a fortalecerla, porque hacen falta manos para acariciar, oídos para escuchar, voces para consolar… a las familias y personas enfermas a veces desesperanzadas. 

Por este motivo, la Dirección de la Vicaría ha mantenido una reunión con el grupo para analizar sus inquietudes e identificar todos los aspectos de posible mejora, con el objetivo de dar una mejor atención a las personas hospitalizadas, y aumentar la motivación del equipo.

“Saber transmitir mejor la labor hospitalaria de Cáritas Madrid”, en la parte a mejorar, y “sentir el agradecimiento como respuesta a nuestras sonrisas”, en la parte positiva, fueron algunas de las notas que Carmen y Pablo han tomado para decidir ahora qué acciones se pueden implementar.

Somos conscientes de que el hospital es en ocasiones tan difícil o más de soportar que las propias enfermedades, y el cariño y la proximidad de las personas voluntarias resultan una medicina de amplio espectro y largo recorrido.

También en Mateo 9 se dice: “La mies es mucha más, los obreros son pocos” así que desde aquí deseamos contar con esos “obreros” que compartan su calor con aquellos que lo necesitan en este hospital.