El calor del amor rompe el círculo de soledad y exclusión

II Encuentro de Familias que están en el Proyecto de Acompañamiento Social de la Vicaría VI.

Cáritas Madrid. 20 de noviembre de 2018.- Coincidiendo con las II Jornada Mundial de los Pobres, que puso en marcha el Papa Francisco el año pasado, en esta ocasión bajo el lema “Este pobre gritó y el Señor lo escuchó”, la Vicaría VI ha organizado un evento en los locales de la Vicaría Episcopal, el miércoles 14 de noviembre a las 17:30 h. Dicho acto tuvo como fin el compartir, de forma fraternal y cercana, una tarde con los integrantes de las familias, que forman parte del Proyecto de Acompañamiento Social. Asistieron al mismo un total de 60 personas, además de las 14 familias, los 10 voluntarios, que forman parte de los EAF de toda la Vicaría VI de Caritas-Madrid, y los miembros del equipo de profesionales, contamos, también, con la presencia de la directora y subdirectora de dicha Vicaría.

Se hizo referencia, durante el desarrollo del evento, a la importancia de estos gestos como forma de poner en acción la construcción del Reino de Dios a través de romper los círculos de soledad y exclusión. Hubo una oración motivada por la voluntaria responsable del EAF de la Vicaría y se pasó a realizar una dinámica para todos los presentes, que consistió en escribir dos deseos para este curso y ponerlos en un “Pozo de los deseos”. Luego se pasó a leer algunos de los anhelos que cada uno había escrito. Este ha sido el momento de más cercanía y complicidad que se vivió esa tarde.

Después de esto, y para alegría de los niños y mayores, se sirvió un chocolate con churros. A estas alturas, ya todos formábamos parte de la alegría que supone el compartir juntos un rato de acogida y escucha. Los niños disfrutaban corriendo con sus globos, y la magia que pretendíamos lograr, llegó, como si esto fuera algo cotidiano y habitual.

Por último, os vamos a citar un párrafo de la carta que el Papa Francisco ha publicado con motivo de la II Jornada Mundial de los Pobres:

“La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. Probablemente es como una gota de agua en el desierto de la pobreza; y sin embargo puede ser un signo de cercanía para cuantos pasan necesidad, para que sientan la presencia activa de un hermano o una hermana”.